jueves, 19 de abril de 2012

El Aborto de Anencefálicos


Anencefálico es un concepto médico que se refiere a niños que nacen sin una gran parte del cerebro y del cráneo.
Y justamente cuando en Brasil las autoridades discuten la legalización del aborto de anencefálicos, el medium Divaldo Pereira Franco psicografió en abril de 2011 un mensaje de su mentora espiritual Joanna de Angelis. 
El mensaje dice lo siguiente: 

"Nada en el Universo ocurre como fenómeno caótico. Lo que parece casual y destructivo es siempre efecto de una programación trascendente, que propicia el orden y la armonía.

De igual manera, en los destinos humanos siempre rige la Ley de la Causa y el Efecto, como responsable legítima de todas las ocurrencias, por las diversificadas que se presenten.

El espíritu progresa por medio de las experiencias que le permiten desenvolver el conocimiento intelectual respecto de las impurezas morales primitivas, transformándolas en emociones relevantes y libertadoras.

Actuando bajo el impacto de las tendencias que yacen en él, fruto de las vivencias anteriores, elabora, inconscientemente el programa al que se debe someter en la sucesión del tiempo futuro. 

La armonía emocional, el equilibrio mental, la salud orgánica o la enfermedad, en forma de transtornos, son producto de ese camino evolutivo que venimos haciendo

Todos experimentan inevitablemente las consecuencias de sus pensamientos, que son responsables de sus manifestaciones verbales y sus acciones exteriores.

Sintiendo íntimamente la presencia de Dios, la convivencia social y las imposiciones educativas, crean condicionamientos que infelizmente, en innumerables personas, dan lugar a dudas atroces en torno de su origen espiritual y de su mortalidad.

De la misma manera como se vincula una doctrina religiosa con las excepciones comprensibles o el comportamiento moral permanece apegado a la materialidad, utilitarista, atado a las pasiones derivadas del egoismo.

Si no fuera así, muchos beneficios surgirían de la convicción espiritual, que siempre define las conductas saludables, por constituir motivos de elevación, derivados del deber y de la razón.

En la falta de ese equilibrio, se adopta la actitud de rebeldía, cuando no se encuentra satisfecho con la sucesión de los acontecimientos considerados frustrantes, perturbadores, infelices.

Desprovisto de los contenidos superiores que proporcionan la autoconfianza, el optimismo, la esperanza, esa revuelta estimulada por el primarismo que aun yace en el ser, trabajando en favor del egoismo, siempre transfiere la responsabilidad de los sufrimientos, de los dencuentros momentaneos hacia los otros, a las circunstancias amargas, que consideran injustas y dominadas por la desesperación, huyen por medio de mecanismos derrotistas e infelices que los degrada más, entre ellos el deplorable suicidio. 


Dentro de la inmensa gama de instrumentos utilizados para cometer el sucidio, resalta el que es comentido con armas de fuego o mediante caídas espectaculares de edificios o abismos, que desarticulan el cerebro físico y prácticamente lo anaquila.

No quedan ahí los daños ocurridos, alcanzando en consencuencia los delicados tejidos del cuerpo periespiritual, que se encargará de afectar los futuros aparatos (cerebro) materiales para el proseguimiento de la jornada de evolución (reencarnación).

Es inevitable el renacimiento de la persona que así buscó la extinción de la vida, portando degeneraciones físicas y mentales, particularmente la ANENCEFALIA.

Muchos así considerados no están totalmente destituidos del órgano cerebral. Un número importante de anencefálicos preserva el cerebro primitivo o reptiliano, o diencéfalo, y las raíces del núcleo neural que se vincula al sistema nervioso central.

Necesitan vivir en el cuerpo, aún cuando la muerte llegue después del nacimiento y sean reconducidos al mundo espiritual

Interrumpirle el desenvolvimiento en el útero materno es un crimen horrendo.  Sí tiene vida, aunque en padrones diferentes de los considerados normales por el conocimiento genético actual.

No se trata de cosas provocadas por el organismo de la mujer, sino provocada por el hijo que no puede concluir su formación orgánica, porque son resultado de la concepción, de la unión del espermatozoide con el óvulo.

Faltó en la gestante el ácido fólico, que fue el responsable del acontecimiento terrible. 

Sucede, por tanto también, que la madre igualmente no es la víctima de la injusticia divina o de la ley espúria de la casualidad, puesto que ella misma fue corresponsable del suicidio de aquel espíritu que ahora la busca para que, juntos, consigan el inalterable proceso de reparación del crimen, de recuperación de la paz y del equilibrio destruido.

Cuando las leyes aprueban el aborto del anencefálico, facilitando su aplicación, la sociedad camina, a pasos largos, a la legitimación de todas las formas crueles de aborto.

Y cuando la humanidad mata el feto, se prepara para otros crimenes horribles que la cultural, la ética y la civilización ya deberían haber eliminado en el vasto proceso de crecimiento intelecto-moral.

Todos los recientes gobiernos dictatoriales y arbitrarios inciaron en sus dominaciones extravagantes y terríbles, convirtiendo el aborto legal en una acción como, en su momento lo fueron, los campos de exterminio de vidas bajo los acuerdos de los preconceptos de raza, de etnia, de religión, de política y de sociedad.

La morbidez alcanza, de ese modo, el climax cuando la vida es desvalorizada y el ser humano se vuelve descartable.

Las locuras "eugénicas", de buscar seres humanos perfectos, responden por crueldades inimaginables, desde los niños que eran asesinados cuando nacían con cualquier tipo de imperfección, porque no servían para las guerras, en la cultura espartana, como los que eran tirados al rio por tner deficiencias, para morir por ahogamiento en algunas tribus primitivas.

¿Cuál, por tanto, es la diferencia entre la actitud de la civilización griega y el primarismo salvaje de esos clanes y la moderna conducta (moderna) en relación con el anencefálico?

El proceso de evolución, no en tanto, es inevitable y los criminales legales de hoy recomenzarán en el futuro, en nuevas experiencias reencarnatorias, sufriendo la frialdad del comportamiento, aprendiendo a través del sufrimiento a respetar la vida

Compadécete y ama al hijito que se encuentra en tu vientre, suplicándote sin palabras la oportunidad de redimirse.

Considera que si él hubiese nacido bien formado y normal, presentando posteriormente algún problema de idiotismo, degeneración, perdiendo las funciones intelectuales, motoras o de otra naturaleza, como acontece amenudo, también lo matarías? 

Si ejercitas el aborto del anencefálico hoy, mañana pedirás también la eliminación legal del hijito limitado, justiticándote en el sufrimiento como se alega hoy en el caso de la anencefalia.

Aprende a vivir dignamente ahora, para que el tuyo sea un mañana de bendiciones y de felicidad.



                            Joanna de Ângelis

(Página psicografada pelo médium Divaldo Pereira Franco, na reunião mediúnica da noite de 11 de abril de 2011, quando o Supremo Tribunal de Justiça, estudava a questão do aborto do anencéfalo, no Centro Espírita Caminho da Redenção, em Salvador, Bahia.)

No hay comentarios: