martes, 28 de junio de 2016

Tiempo Mental

La obra Libérate del Mal, dictada por el espíritu Joanna de Ângelis al médium Divaldo Franco, trata de cuestiones relacionadas a las problemáticas sociales y existenciales que enfrenta el ser humano en la actualidad; y cómo, bajo la óptica espiritista puede uno liberarse de los dolores y sufrimientos cotidianos.

En el capítulo “Tiempo Mental”, la benefactora espiritual nos alerta sobre los riesgos del exceso de la tecnología, donde las relaciones interpersonales cada vez más se quedan en un segundo plano.

Abajo sigue un fragmento de dicho capítulo para una reflexión individual:

“En la intensa actividad de la vida moderna, el aturdimiento domina a las criaturas humanas que tratan de cumplir con muchos compromisos, reales e imaginarios, no permitiéndoles ni espacio mental para las reflexiones saludables ni para las meditaciones de urgencia indispensables para una existencia equilibrada.

La falsa necesidad de acompañar en vivo a todo lo que pasa en el planeta, especialmente en las áreas de las tragedias y de las intrigas entre celebridades, sus enfermedades, sus pasiones, sus ascensiones y caídas impulsan a las personas comunes a vivir condicionados, a todo momento, a los instrumentos que les sacia la sed de la frivolidad como una manera disfrazada de la fuga psicológica de la realidad, escondiendo los conflictos perversos que los afligen." 

El ser humano se auto desconoce mientras permanece atento a los acontecimientos exteriores que involucran a otras personas, cuyas imágenes son mecanismos de transferencia de las propias aflicciones e inseguridad, convirtiéndolas en ídolos o modelos, unos envidiados, mientras otros son detestados, por parecer inalcanzables…

Aún cuando surge algún espacio físico, teniendo oportunidad de tiempo cronológico, no existe el de la naturaleza psíquica, porque la mente se encuentra atiborrada de ideas y  propuestas, compromisos y complejidades futuristas, inquietando a las personas que no desean quedarse ultrapasadas en el contexto del grupo social insaciable en la que se encuentran  ubicadas.


Imposibilitada la mente de decodificar todos los hechos e informaciones que llegan al archipiélago cerebral, se presentan  ansiedad e impaciencia, generando descontrol en las neurocomunicaciones con resultados perturbadores para el discernimiento, la memoria, las aspiraciones iluminadas o la salud integral entre otras.

El ser humano necesita de silencio mental, de espacio físico para la autoidentificación y el autodescubrimiento.


El  silencio íntimo, que permite oír a la voz de la conciencia, es de alta relevancia para una existencia feliz, porque se permite saber lo que realmente se desea producir y cómo hacerlo de manera excelente.

La prisa desequilibra, el exceso de ruidos, y la multiplicidad de intereses, desarmoniza al ser humano perdiéndose la dirección y el rumbo de su felicidad.

Preserva algún tiempo mental para todas las reflexiones, no te dejes seducir por las voces alteradas de los desconciertos emocionales concebidos como festivos y promotores de la alegría.


Resguárdate en la meditación diaria, aunque sea por un espacio de tiempo reducido, pero de gran significado para tu autocontrol, para tus decisiones y realizaciones. No sobrecargues tus paisajes mentales con las imágenes violentas de los deseos desenfrenados e inferiores, con las imposiciones sociales y sus fetiches mentirosos, permitiéndote ser libre para pensar y actuar dentro de los patrones facilitadores de la buena ética-moral que encuentras en las enseñanzas de Jesús, que te aguarda después de las contiendas humanas…”




 Traducción del portugués:
"Liberta-te do Mal"


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